El embarazo o gravidez (del latín gravitas)
es el período que transcurre entre la
implantación en el
útero del óvulo
fecundado y el momento del parto en cuanto a los significativos cambios fisiológicos, metabólicos e
incluso morfológicos que se producen en la mujer encaminados a proteger, nutrir y
permitir el desarrollo del feto, como la interrupción de los ciclos
menstruales, o el aumento del tamaño de las mamas para preparar la lactancia. El término
gestación hace
referencia a los procesos fisiológicos de
crecimiento y desarrollo del feto en el interior del útero materno. En teoría, la gestación es del feto y el
embarazo es de la mujer, aunque en la práctica muchas personas utilizan
ambos términos como sinónimos.
En la
especie
humana las gestaciones suelen ser únicas, aunque pueden producirse
embarazos múltiples. La aplicación
de técnicas de reproducción asistida está haciendo aumentar la incidencia de
embarazos múltiples en los países desarrollados.[1]
El embarazo humano dura unas 40 semanas desde el primer
día de la última menstruación o 38 desde la fecundación (aproximadamente unos 9
meses). El primer trimestre es el momento de mayor riesgo de
aborto espontáneo; el inicio del
tercer trimestre se considera el punto de viabilidad del feto (aquel a partir
del cual puede sobrevivir extraútero sin soporte médico).
El embarazo se produce cuando un
espermatozoide alcanza
y atraviesa la membrana celular del óvulo,
fusionándose los núcleos y compartiendo ambos su dotación genética para dar
lugar a una célula huevo o cigoto, en un proceso denominado fecundación. La
multiplicación celular del cigoto dará lugar al embrión, de cuyo desarrollo
deriva el individuo adulto.
La
embriología es la
parte de la medicina que estudia el complejo proceso de desarrollo
embrionario desde el momento de la fecundación hasta la formación del feto, que
es como se denomina al organismo resultante de este desarrollo cuando aún no ha
tenido lugar el parto.
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