SALUD          EMOCIONAL



Una persona sana emocionalmente tiene control sobre sus pensamientos, sentimientos y comportamientos.
El equilibrio emocional hace que las personas se sientan bien consigo mismas y tengan buenas relaciones con los demás, creando un ambiente positivo y favorable para enfrentar los problemas, el estrés y los conflictos de la vida cotidiana.
El estado emocional depende de la personalidad, del carácter y del medio en el que se desenvuelva cada persona; sin embargo, hay casos originados por desequilibrios químicos en el cerebro que repercuten en la ira, el estrés, la depresión y las relaciones interpersonales.

Salud emocional

La salud emocional puede llegar a convertirse en algo más que un ‘mal’ momento emocional y puede conducir a un desorden mental. Los psicólogos aseguran que esto depende de la intensidad y la frecuencia de los conflictos
Las actividades normales en las que se desenvuelve la gente involucran distintas situaciones que hay que sortear de la manera más ventajosa posible, pero algunas personas no cuentan con la elasticidad de carácter para enfrentarlas adecuadamente sin salir lastimadas.
El noviazgo, el matrimonio, el divorcio, la pérdida de empleo, la muerte de un ser querido, son situaciones que afectan la salud emocional, al punto de lesionar el beienstar físico y mental, causando un desorden a nivel neuroquímico y bloqueando cualquier surgimiento de una actitud positiva.
Los neuróticos, por ejemplo, son individuos incapaces de resolver sus problemas, por el contrario los buscan y los crean allí donde no existen. Estas son las personas que más daño se hacen desde el punto de vista emocional, de acuerdo con los psicoanalistas.

Estrés y emociones

Cuando una persona está sometida al estrés responde segregando hormonas como el cortisol, como respuesta al desgaste. Pero esta actividad tiene su límite y, si la persona está sometida siempre a un desequilibrio emocional, el cuerpo se agota y se deteriora.
Los evolucionistas consideran que el estrés esporádico y consecuente con una situación real de alerta, resulta útil para resolver problemas y crear situaciones ventajosas para la vida, pero cuando se vuelve un acto reflejo de la conducta se convierte en un problema.
Los expertos en tratar los desórdenes emocionales afirman que las personas sometidas siempre al estrés por cualquier situación, sean pensamientos negativos, tensión, etc., son ansiosas, irritables, agresivas y depresivas, lo que les impide llevar una vida sana.

Test de salud emocional

Existen varias técnicas psicométricas que evalúan la salud mental y saber más sobre el estado psíquico o mental. Se trata de contestar honestamente a las siguientes preguntas clasificadas en diferentes categorías: ansiedad, depresión, relaciones afectivas, estados de estrés y el propio autoconcepto.

¿Qué concepto tienes de ti mismo?

1. ¿Necesitas reasegurar repetidamente tus propios actos?
2. ¿Te encuentras a gusto sólo con las personas a las que consideras inferiores a ti?
3. ¿Tiendes a no creer en los cumplidos de los demás?
4. Te cuestionas frecuentemente el valor de tu propia persona?
5. ¿Te disgustas si alguien te critica?
6. ¿Piensas habitualmente que te gustaría ser otra persona distinta a la que eres?

Si tu respuesta a la mayoría de las preguntas es afirmativa, la persona tiene muy poca autoestima. Tener un bajo concepto de uno mismo es perjudicial para el bienestar emocional. Los psicólogos recomiendan asesoría profesional para sortear estas dificultades.

¿Cómo son tus relaciones afectivas?

1. ¿Tienes dificultades para hablar de asuntos personales con tu pareja?
2. ¿Pierdes con frecuencia el autocontrol mientras estás discutiendo con tu pareja, arrepintiéndote posteriormente?
3. ¿Crees que tu relación es emocionalmente unilateral?
4. ¿Sientes celos con frecuencia?
5. ¿Te angustia ir a casa?
6. ¿Eres incapaz de mantener una relación estable?

La falta de comunicación, no saber escuchar el punto de vista de los demás, son los principales detonantes de una mala relación de pareja. Si las respuestas a las anteriores preguntas es sí, hay que aprender a relajar la tensión en la casa y en el trabajo, y a relacionarse mejor con los demás