El presente proyecto está dirigido a
que los alumnos puedan apropiarse progresivamente de las prácticas del lenguaje
vinculadas con diferentes ámbitos de aprendizaje. Trata de desarrollar los
distintos propósitos de la lectura y propiciar los procesos de escritura
relacionados con ellos a lo largo de toda la escuela primaria. Es, por
consiguiente, un proyecto transversal e institucional, que incluye a la
comunidad educativa, que toma en cuenta a las características propias de cada
grupo de alumnos, a la vez que comparte los propósitos generales. Intentamos de
esta manera crear un clima institucional que favorezca el interés de los niños
por la lectura y el aprendizaje de estrategias que mejoren el rendimiento
escolar general.
Se estimula fundamentalmente la lectura
recreativa, pero no por ello se deja de lado la lectura con fines de estudio.
Por lo tanto, contiene actividades que se relacionan con las diferentes áreas
curriculares.
El proyecto está pensado para que se
lleve a cabo durante todo el año lectivo, y favorezca el encuentro del niño con
el libro y, al mismo tiempo, que permita contar con un soporte variado y
atractivo.
Fundamentación teórica
Leer es una construcción de los
sentidos de un texto; supone una interacción entre texto y lector que modifica
a ambos. Es una práctica cultural que tiene lugar en un determinado contexto, a
partir del cual se construye el significado.
En la escuela, la lectura es, junto con
la escritura, uno de los principales objetos de la educación formal. Además,
por ser un medio para el acceso al conocimiento, se constituye en la base de
los aprendizajes que se realizan en las distintas áreas. Enseñar a leer es, por
lo tanto, contribuir al desarrollo de estrategias que permitan comprender lo
que se lee, y esta es una de las funciones básicas de la educación sistemática
en todas las áreas.
La lectura es un eje básico y
transversal para todos los aprendizajes que se realizarán en la escuela. Pero
la lectura no se desarrolla espontáneamente, sino que implica otros saberes y
acciones y, por lo tanto, es también un contenido didáctico.
El objetivo de la enseñanza de la
lectura en la escuela es desarrollar las competencias lingüísticas;
estas implican: saber leer y escribir, ser capaz de comunicarse, pensar
críticamente, razonar en forma lógica, utilizar los avances tecnológicos del
mundo actual. La tarea de formar lectores idóneos es una responsabilidad
indelegable de la escuela.
Para lograr estos aprendizajes es
necesario instalar espacios de lectura en el aula, adecuados para que la
experiencia de intercambio, el compromiso personal en relación con los textos y
la recreación de otros mundos, el disfrute, tengan lugar. El proceso que
implica la lectura se aprende leyendo, por lo tanto, la escuela tiene que
propiciar estos espacios, al mismo tiempo que buscar conformar una comunidad de
lectores que vaya creciendo con la experiencia lectora de los chicos.
Paralelamente, el proceso de escritura
se relaciona con la lectura, es su consecuencia necesaria y al mismo tiempo el
medio para retroalimentar los conocimientos que se van obteniendo.
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