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miércoles, 6 de marzo de 2013

Un Profesor Emocionalmente Inteligente

Asume su rol formador de personas, y la importancia de ser un modelo fundamental de IE, para sus alumnos.
  • Ama y valora a sus niños, como personas en desarrollo, crecimiento y evolución.
  • Es capaz de realizar un autoanálisis de sus estados emocionales predominantes, decidiendo cambiar lo que no es correcto ni adecuado, desarrollando nuevas habilidades.
  • Entiende que debe desechar viejas estructuras y modelos, adaptándose a las necesidades de los nuevos tiempos. Reconoce que el rol de un educador autoritario, dominante, castigador, está pasado de moda.
  • Reconoce la importancia de sus estados de ánimo, verbalizaciones y conductas, en el estado emocional, en el rendimiento escolar y en la formación de la personalidad de sus alumnos.
  • Ocupa situaciones de conflicto entre sus alumnos, no para castigar, sino para enseñar.
  • Averigua acerca de la problemática familiar de sus niños, que presentan bajo rendimiento escolar o problemas de conducta. Orienta y apoya a los padres.
  • Usa las reuniones de curso, para entregar nociones de IE a los padres y apoderados.
  • Premia y valora a los alumnos que demuestran un buen desarrollo de su IE, más que a los que tiene buenas notas y o son excesivamente pasivos.
  • Sabe y reconoce sus fortalezas de sus alumnos para desarrollarlas y estimularlas, así como también sus debilidades para trabajar y mejorarlas.
  • Impone normas y límites claros de acuerdo a la edad y capacidades, estimula, refuerza, corrige y exige con firmeza y cariño.
  • Acoge y entiende las emociones de sus alumnos, tratando de ponerse en su lugar.
  • Respeta el ritmo del niño, sus características y riqueza individual. Lo ayuda a crecer, brinda espacios, herramientas y posibilidades, está disponible.
La responsabilidad del Colegio en la educación emocional de sus alumnos es fundamental e ineludible y comienza en primer lugar por una disposición positiva por parte de los Directivos, para luego apuntar a la necesidad de una capacitación permanente del Estamento Docente, así como también apoyar a los padres a través de la Escuela de Padres. Para realizar la noble tarea de desarrollar habilidades emocionales en niños y jóvenes, se requiere más bien de interés y buena disposición : la consecuencia puede ser contribuir al desarrollo de personas más sanas y exitosas, para el presente y también para el futuro.

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